Dios es Fe y Ciencia

No hay conflicto entre Dios y la ciencia, por lo contrario, Dios es fe y ciencia. Martin Lutero tenía un dicho que decía: “La interpretación bíblica es tanto fe como razón”, esto se puede extrapolar a la vida con Cristo y parafrasear el pensamiento como sigue: ‘La vida cristiana es tanto Fe como Razón’.

En ocasiones vemos de manera rápida y sin prestar mucha atención los milagros que ocurren en los relatos bíblicos, obviamos el análisis de los hechos tan increíbles que ocurren en un minúsculo relato y tan solo nos centramos en darle la gloria a Dios pero sin saber exactamente por qué (que de hecho no está mal hacerlo así),  sin embargo si entendiéramos de manera científica y razonable lo que Dios hace en un hecho como el convertir el agua en vino o caminar sobre las aguas lograríamos darle con mucha más sinceridad la gloria a Él por sus SOBRE naturales cualidades.

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Es por eso que este breve articulo trata de mencionar uno de los cientos de milagros ocurridos a lo largo de la historia de Dios con el ser humano, nos centraremos en lo que paso cuando el señor Jesús camina sobre las aguas (Mateo 14:22-33). El  venia de estar en la presencia de Dios, en el monte de la oración, de compartir tiempo con su padre celestial, sus discípulos desprendidos de toda realidad espiritual vagaban por el gran lago de galilea y un fuerte viento se asió de la barca donde ellos iban,  al momento, el pánico y desespero dejo notar su falta de espiritualidad y confianza en su mentor,  vino a la mente de forma inmediata el mito que rondaba por su época, que si veían un fantasma en medio de la tempestad  tenían que darse por muertos porque la embarcación se iba a hundir, sus creencias populares pudieron más que la confianza en su maestro. Es allí cuando aparece el divino Señor Jesús y deja en claro uno de los hechos más   notorios a lo largo de su carrera de salvación para la humanidad; el caminar sobre las aguas.

El milagro de caminar sobre las aguas desde una perspectiva científica, deja en claro que la ciencia le pertenece a Él y que la naturaleza debe doblegarse ante sus palabras divinas, no sé, qué orden le daría al agua el divino Maestro o cómo le diría que se transformara, pero es claro que la misma no se pudo resistir ante la orden del Maestro para ir en busca de sus discípulos que en ese momento tanto lo necesitaban, llego a su socorro y conmovió sus corazones dándoles animo de continuar, a pesar de los presagios de luchas que recaían en ese momento sobre su iglesia, los doce.

Siendo racionales podemos tratar de entender el milagro siendo muy claros que esta no es la explicación sino una posible teoría de cómo pudo ocurrir;  la tensión superficial del agua es una característica dada por la interconexión de sus   moléculas por puentes de hidrogeno e interacciones electrostáticas, es decir el agua tiene una superficie que actúa como una malla y se estabiliza por la repulsión que hacen las moléculas en capas más internas del líquido, es por ello que fácilmente un insecto con bajo peso corporal puede posarse sobre ella sin hundirse, pero para que resista el peso de un ser humano queda en claro que solo con intentar poner un pie en un estanque y creer en fe que no nos hundiríamos no nos salvaría de un buen chapuzón!!

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Para que se llevara a cabo el milagro de nuestro Amado salvador esta tensión superficial del agua debió aumentar millones de veces y así crear no solo interacciones electrostáticas y/o puentes de hidrogeno sino aumentar de manera exponencial la cercanía de las moléculas de agua y crear interacciones covalentes, las interacciones covalentes son la unión de dos átomos para crear una molécula que comparte las cargas de manera uniforme y, completa, de paso,  la ley del octeto dando la mejor configuración para cualquier átomo. 

En palabras simples una interacción de puentes de hidrogeno es como darle un abrazo a un amigo, pero, una interacción covalente es un siamés que comparte piel y algunos tejidos u órganos con su hermano adherido, unirse de manera única. Científicamente es imposible que esto se pudiera lograr, porque cada átomo de oxigeno e hidrogeno tiene características de electronegatividad específicas que dan por hecho que jamás puedan unirse como los ´siameses´, pero Dios es el dueño de la naturaleza y la ciencia está a su servicio. Esto queda demostrado en el maravilloso milagro de nuestro Salvador, que por siempre quedara en la posteridad y será más que presente en nuestras vidas marcando un hito a nivel espiritual y material en la historia del ser humano.

 

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