¿Por qué Dios? ¿Por qué a mí?

Por qué Dios, Por qué a mí, David Molano

“Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.” Romanos 8:18.

Te levantas cada mañana como de costumbre, haciendo al igual que todos los días tu devocional personal y una pequeña rutina como: bañarte, alistarte y preparar tu desayuno antes de salir a trabajar, estudiar o quedarte en casa a realizar algunas actividades; eres feliz, estás bien, tienes salud, un hermoso hogar, trabajo, acceso a educación etc. Podríamos decir que todo está en orden y en su común ritmo, estás absolutamente agradecido con Dios por lo bien que marcha tu vida. Sí…, quizás no faltan algunos problemitas e inconvenientes momentáneos, pero todo está muy bien. ¿Verdad?

Pero… de repente, un día común y corriente dentro de la misma y ordenada rutina golpea a la puerta de tu tranquila vida algo llamado “Un Gran problema”, llegó sin pensarlo, sin pedirlo, sin provocarlo y tu pasiva vida se convierte en un saco de boxeo que recibe sin cesar golpe tras golpe… llegan los momentos de tristeza, de soledad, de adversidad y dolor, entonces es cuando preguntas ¿por qué Dios?, Sabes que no has pecado de tal manera que merezcas todo esto, tienes una comunión íntima y constante con Dios, le amas, guardas su palabra y eres fiel, entonces, repites una y otra vez ¿por qué Dios? ¿Por qué a mí?


➡️  LEER TAMBIÉN:  ENSÉÑANOS A ORAR


Las escrituras nos hablan sobre un hombre llamado Job,  se le describe como un ser perfecto, recto, temeroso de Dios y apartado del mal. Cuando la más grande de las pruebas golpeó la puerta de la tranquila vida de Job, él también  sintió lo mismo que tu ante la dificultad y se preguntó ¿por qué Dios? Job 2:10 dice: “Y él le dijo: como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien y el mal no lo recibiremos? En todo esto no peco Job con sus labios”, hoy el Espíritu Santo responde a tu corazón herido diciendo: ¿Por qué no? ¿Por qué a todos sí, pero a ti no? ¿Recibirás de Dios solo lo bueno y lo “malo” no lo recibirás? la actitud de Job no es de resignación, es de un profundo entendimiento del propósito de Dios en medio de aquellos momentos de adversidad, en nuestras vidas. Cuando crees que todo se acaba allí, cuando todos te dan la espalda, cuando sientes que mueres, que no hay salida, ni esperanza, debes entender que en momentos lo que creemos que es bueno, no lo es tanto y lo que aparentemente es malo, realmente es bueno.

Eso sucedió en la vida de Job, lo que quizá en momentos pensó que era lo peor que podía haber pasado en su vida, fue todo lo contrario, fue la mayor bendición que pudo haber llegado a su vida, Job fue sometido  como oro al fuego de la prueba, para después ser bendecido el doble de lo que en su principio fue.

Cada circunstancia adversa en tu vida, ha sido un peldaño que te ha llevado y llevará a una cada vez mayor bendición, no desesperes, confía en aquel que te llamó por tu nombre y te amó aún antes de la fundación de lo que existe, recuerda: Dios no tiene amor, ¡ÉL ES AMOR!, Te pregunto: ¿Podría salir algo malo de alguien que es amor?

“Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job. Y vinieron a él todos sus hermanos y todas sus hermanas, y todos los que antes le habían conocido, y comieron con él pan en su casa, y se condolieron de él, y le consolaron de todo aquel mal que Jehová había traído sobre él; y cada uno de ellos le dio una pieza de dinero y un anillo de oro. Y bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el primero; Job 42:10-12

Aunque no es fácil confiar en el Señor cuando somos abrumados por las dificultades, debemos recordar siempre que todo lo hemos recibido por su gracia, nada nos pertenece, y por tanto si Dios nos prueba, eso no puede significar otra cosa que Él es nuestro Padre y quiere enseñarnos lecciones que solamente a través de ciertos problemas podremos interiorizar y entender realmente, las cuales se constituyen en tesoros invaluables que inclusive no son comparados con todas las riquezas, bienes e hijos que Dios añadió a Job, porque la bendición más grande que pudo recibir Job, sin duda alguna fue poder afirmar: “De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven” Job 42:5.


 ➡️ LEER TAMBIÉN:  UNA CARTA DE DIOS PARA TI


Los altos y bajos de la vida nos llevan a comprender que independientemente del estado en que nos encontremos lo más importante es que Dios sea nuestra guía nuestro sustento e inspiración, reconociendo que no estamos exentos de ser tocados por el mal, y que si vienen tormentas no debemos temer a ellas, porque si Cristo va en nuestra barca, ella nunca se hundirá, y si se hunde, poderoso es Dios para restaurar, tal y como declaró Job: “He aquí, aunque él me matare, en él esperaré” Job 13:15.

Así que si de repente te golpea la prueba, si te sorprende la dificultad, si te das cuentas que te llegó el momento de pasar por el fuego, y la duda quiere embargar tu corazón, solamente reflexiona: ¿Y por qué no?

 

 

Etiquetas:, ,